- Pocos cambios en los hábitos de comida de su entorno, para facilitar el cumplimiento.
- Productos lácteos desnatados o semidesnatados (no antes de los 5 años).
- Recortar la grasa visible de los alimentos proteínicos. Mejor los alimentos cocidos o a la plancha.
- Eliminar “picoteos” entre comidas, especialmente delante del televisor.
- Eliminar hidratos de carbono refinados. Consumir bastante fibra para aumentar la sensación de saciedad.
- Reducir la cantidad de alimento. Usar plato de postre para disminuir el tamaño de la ración.
- Disminuir las horas de TV, videoconsola y ordenador.
- Programa de ejercicio físico con seguimiento.
- Fomentar la actividad diaria.
- Cambiar los hábitos de vida paulatinamente, para incorporar más salud y menos medicalización a la existencia de nuestros niños. Hagámoslos responsables de su salud.
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